sábado, 14 de junio de 2014

Tras sinsajo - Capítulo 17




"Yo también te quiero, y ahora más que nunca" me responde con dulce voz, mientras sigue besándome.
Nos acercamos a la cama y seguimos besándonos el uno al otro allí.
Él se quita la ropa despacio, mientras yo le ayudo, y el también lo hace conmigo, y entre una cosa y otra se nos pasa la noche.

Tras dormir tres horas suena el despertador. Para mi es pronto pero Peeta tiene que ir a la panadería.
Se ducha rápido y vuelve con la ropa puesta. Me saluda con un pequeño y rápido beso en los labios, y antes de volver a dormirme lo último que escucho son sus pasos bajando las escaleras.

Después de media hora más o menos vuelvo a abrir los ojos. El despertador sonará en pocos minutos, así que desactivo el despertador y me levanto. 

Paso por la habitación de Prim y Gale, y los veo dormir, parecen angelitos. Verlos así me recuerda lo indefensos que son, y siento una pequeña puñalada en el corazón, después de todo el pasado supongo que es normal. Me acerco a ellos y les doy un pequeño beso en la mejilla, y vuelvo a salir de su habitación, cerrando la puerta despacio para no despertarlos.

Mientras bajo las escaleras de casa empiezo a oler a deliciosa comida, y sin poder resistirme corro hacía la cocina, y allí me encuentro la mesa con el desayuno puesto. Normalmente desayuno con mis niños, pero sin poder resistirme ante la tentación, doy un enorme mordisco al croissant  que tengo delante. Lo dejo tal cual en un plato, y vuelvo a subir para vestirme; hoy vuelve a tocar día de caza.

Me pongo mi ropa más cómoda, que se me ajusta perfectamente al cuerpo; las botas que me permiten correr como ninguna más lo hace; y la chaqueta vieja de caza de mi padre. La chaqueta todavía me queda grande, y bueno, siempre me quedará grande; pero aun así tengo decidido llevarlo puesto siempre. No sé si quiero llevarlo por él o por mi, pero el caso es que no me gusta cazar sin él.

Miro el reloj que hay en mi habitación, ya es la hora de despertarlos, así que entro a su habitación y los despierto de un susto.

-Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa -grita Gale, pero luego se ríe del susto, yo no puedo evitar reírme también.

-Lo siento Gale, no he podido evitarlo.- Y vuelvo a reír.

-Buenos días mama -dice Prim, mientras estira los brazos.

-Buenos días pequeña.-Le doy otro beso en la mejilla - Bajar a desayunar, que papa ha dejado un desayuno... hmmmmm. -se miran entre si, y corriendo bajan las escaleras.