Mostrando entradas con la etiqueta Gale. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gale. Mostrar todas las entradas

domingo, 2 de febrero de 2014

Tras sinsajo - Capítulo 16

Cuando empieza a anochecer volvemos a casa. Siento un gran peso de cansancio en mi cuerpo; hoy a sido un día demasiado ajetreado.
Abro la puerta de casa y un olor esquisito me invade.
-Mmm, ¿Qué hay para cenar? -pregunta Prim, adelantándose a mi como si me hubiese leído la mente. Al escucharnos Gale comienza a correr desde la cocina hasta llegar a nosotras; cuando esta a un par de metros se resbala y cae al suelo. Pero antes de preocuparme el ríe y se levanta con mucha facilidad.
-Es sorpresa -dice todavía entre risas- No podéis entrar a la cocina eh.
Me agacho hasta su altura y le pongo el dedo índice en la nariz.
-Te prometo que no entraremos -le sonrío y el me devuelve la sonrisa, y en un par de segundos hecha a correr en dirección de la cocina.
Prim sigue junto ami sonriendo, le digo que se ponga ropa de casa, y juntas subimos las escaleras hasta el segundo piso. 
Escucho como rápido se cambia de ropa y vuelve a bajar abajo, supongo que se quedará en el salón.
Yo entro en la habitación que comparto con Peeta y hago lo mismo,  me e pongo unos cómodos pantalones y una sudadera para estar en casa, y bajo al salón donde Prim me espera.
-¿Qué crees que nos harán para cenar? -pregunta con intriga.
-No lo sé, pero algo rico seguro.
-Si, eso espero -ríe y vuelve a centrarse en el libro que tiene entre manos.
Al poco rato Gale viene a decirnos que la cena esta lista, y nosotras comenzamos a caminar a la cocina, pero al llegar la vemos como siempre, no esta la mesa puesta ni hay comida, pero la puerta al jardín esta abierta.
-Venir por aquí -dice el pequeño Gale mientras se asoma por la puerta.
Salimos al jardín y hay esta, la mesa del jardín llega de deliciosas cosas, solo con verlo se me hace la boca agua.
Peeta nos hace un gesto para invitarnos a sentarnos.
-¿Qué os parece la cena que hemos hecho entre nosotros para las dos princesas de esta casa? -dice Peeta, y luego me guiña un ojo rápido.
Yo simplemente respondo con una sonrisa, y cuando todos se sientan en su sitio comenzamos a comer; y comemos hasta que ya no podemos más.
-Estaba todo delicioso -digo mientras me lavo los labios con una servilleta.
-Hemos estado mucho tiempo -dice Gale- Pero si, ha quedado muy rico.
Conversamos durante unos minutos más, pero es tarde así que propongo recoger todo.
-Hoy recogemos Gale y yo -dice Peeta- Vosotras podéis ir subiendo.
Gale se queja, pero al final accede y ayuda a Peeta a llevar todo a la cocina y limpiarlo.
Prim se queda en el salón leyendo el libro que ha dejado en el salón, y yo subo a nuestra habitación.
Me quito la sudadera y me quedo en tirantes, luego me quito el pantalón y me quedo con las bragas negras que llevaba debajo.  
No puedo evitar acercarme a la ventana y mirar por ella; hay un poco de luz todavía, aunque la luna sea la reina de la noche; la poca luz que queda hace sombras tras los arboles, arbustos,etc. que puedo ver, y hace raras figuras en ellas.
Oigo un pequeño ruido detrás de mi, diría que son pasos, y no de cualquiera, son los suyos. Sigo mirando por la ventana hasta que el se acerca tanto que puedo ver su rostro reflejado en la ventana. Sonrío.
-Hace una noche perfecta -dice con voz suave.
-Si, yo también lo creo. -todavía no aparto la mirada del paisaje.
-Hoy ha sido un día duro, pero ya se termina -entonces si, aparto la mirada de lo que tengo delante y lo miro, el me mira a los ojos y me besa durante tiempo, mucho tiempo, pero como nada es para siempre, se aparta un poco, aunque todavía me roza los labios- Si tu quieres, podemos hacer que el día termine bien.
Sonrío y le respondo con un beso y luego otro, y otro más tras este.
El baja sus manos hasta mi costado y me acaricia suavemente mientras me besa y le beso a el.
Acerca su boca a mi cuello y empieza a besármelo.
Y se me escapa un rápido "Te quiero".



sábado, 1 de febrero de 2014

Tras sinsajo - Capítulo 15




Después de despedirnos cierro la puerta con cuidado, y me giro despacio. Detrás mio están Gale, su hija Katniss y mi querida Prim, los tres están conversando con total naturalidad.
-¿Vamos? -Digo tranquila, y los tres me miran y asienten. Nada más decir eso  Gale me coge del brazo.
-Espera -acerca a su hija a donde mi, y se agacha hasta colocarse a la altura de ella - Katniss -dice mirando a su hija- Esta es Katniss -y me señala- Te puse su nombre por ella, de jóvenes fuimos buenos... -hace una pequeña pausa, pero sonríe- buenos amigos.
-¿Y ahora ya no? -pregunta Katniss con curiosidad, y antes de responder Gale y yo nos miramos entre nosotros. Por un par de segundos mi mente se queda en blanco... Antes eramos amigos si, ¿pero ahora? ¿Qué somos ahora?
-Si, pero es diferente. -Le responde Gale simpático. Después de eso siguen hablando un par de minutos más, pero yo no hago caso.
Si, pero es diferente. Esas palabras me retumban en la cabeza.
Cuando Katniss se aleja, Gale se gira la cabeza a donde mi.
-Supongo que tendremos muchas cosas que contarnos.
Asiento con la cabeza, pero todavía siguen sonando en mi cabeza sus palabras.
Si, pero es diferente....
-¿Qué tal con Peeta? -al decir eso aparta la mirada de mi, incómodo- Parece que seguís tan bien como siempre. -Termina la frase con una sonrisa, aunque a decir verdad un poco forzada.
-Hemos tenido nuestros altibajos, como todas las parejas... -le miro, y lo observo durante un instante. Me esperaba una mirada incómoda, o algo por el estilo; pero no, me mira sonriente. Así que decido seguir- Pero lo quiero mucho, y el también me quiere.
-De eso no tengo duda -y después sonríe.
Caminamos hacia un pequeño campo lleno de preciosas flores. En ese campo enterraron a los habitantes de nuestro Distrito que murieron en ataques del Capitolio en la guerra. Si lo piensas así puede parecer un sitio desagradable, pero no lo es; después de la guerra pensaron que sería buena idea darles un buen adiós, y los enterraron a todos aquí, y después plantaron las flores más bonitas que hay por el alrededor, con el tiempo todo el campo se lleno de flores y se convirtió en uno de los sitios más bonitos que hay por el alrededor.
Al llegar Gale se para y mira asombrado a su alrededor.
-Oh, es precioso... Incluso más bonito que las fotos que he visto.
Sonrío al escuchar que este sitio le gusta.
-Si, lo es. Pensé que sería buen sitio para venir.
Gale asiente con la cabeza y vuelve a caminar junto ami.
Katniss y Prim caminan detrás nuestro, y nada más llegar comienzan a jugar con las flores. Gale y yo nos sentamos en un banco que hay.
Nada más sentarnos Gale me mira fijamente.
-Sé que antes te lo he dicho... Pero no has cambiado nada.
Eso me pilla desconcertada.
-¿Y eso?
Gale hace una mueca y sonríe.
-No sé -hace una pausa- Después de tanto tiempo pensaba encontrarme con una Katniss diferente -suspira y vuelve ha hacer otra pausa- Es que, ha pasado mucho tiempo, y pensaba que no te reconocería... Y eres la misma, y me alegra mucho eso.
-Oh Gale... Gracias. -sonrío- Creo que tu tampoco has cambiado.
-¿Crees que no he cambiado? -frunce el ceño.
Ese gesto es muy suyo, y me hace reír un poco.
-Vale, no has cambiado nada. -sigo riendo y el me devuelve la sonrisa.

lunes, 13 de enero de 2014

Tras sinsajo - Capítulo 14

Me acerco hacia el y le acaricio la barbilla con suavidad; poco a poco me acerco hasta sus labios hasta rozarlos y le soy un corto beso, y luego uno más largo.
-Yo también te amo Peeta. -hago una pequeña pausa y sigo- Te amo como nunca lo he hecho y como nunca lo haré.
Peeta me mira con ojos desconcertantes.
-¿Es eso... -suspira y sigue- ...Real o no real?
Al escuchar sus palabras mil y un recuerdos atraviesan  mi mente, como su fuese una rápida película veo diferentes imágenes de los últimos años en mi cabeza. Y todos, o la mayoría de ellos son buenos, son recuerdos que me provocan una sonrisa.
-Real.
El responde con una sonrisa, al principio un poco vergonzosa, pero luego expresa felicidad.
-Gracias Katniss...
-¿Gracias? ¿Porqué? -sonrío mientras suelto una leve carcajada.
-No hay ningún porque, solo es por todo esto. -se levanta y se va salón, mientras me deja con una pequeña sonrisa.
Me quedo en el salón durante un tiempo, sin moverme y mirando a la nada, hasta que alguien llama a la puerta. Pero para cuando llego Peeta ya la ha abierto.
-Si claro, aquí esta.- dice Peeta al que esta fuera de casa. Al escucharme gira la cabeza y me mira sonriendo- Gale y Katniss han venido a buscaros a Prim y a ti.
-Ah si, se me había pasado y no estoy lista, lo siento... Si no te importa esperar un poco...
-No claro, esperaremos aquí. -responde sonriente, y mira a Peeta.- El nos hará compañía.
Peeta le responde con una sonrisa.
Subo corriendo a la habitación y abro el armario.
No tengo mucha ropa, así que decido coger algo simple; me pongo unos baqueros oscuros que me llegan justo a los tobillos, con una camiseta gris, unas cómodas botas de cuero negras, y un jersey negro por encima.
Decido recogerme el pelo en una larga trenza, al igual me la recogía hace tiempo, mucho tiempo mi madre. Pero hace años que me las apaño para hacérmela yo.
Me miro al espejo, y por un momento no veo a la Katniss de ahora, a la mujer en la que me he convertido. Veo a la Katniss de antes. Y esto me hace sentir a mi familia más cerca, a mi padre, a mi madre... A Prim.
Siento que un escalofrío me recorre el cuerpo, y antes de empezar a llorar de nuevo decido bajar al salón.
Respira hondo Katniss, y sonríe. 
Al bajar veo a Peeta y Gale sentados en un cómodo sofá, hablando como si fuesen amigos de toda la vida, y bueno, eso me hace alegrarme.
-¡Hola chicos! -los saludo como si nada, y los dos me saludan con la mano.- Ahora mismo llamo a Prim...
-Mamá estoy aquí. -me responde con una sonrisa.
-Entonces vamos. -dice Gale- ¿Peeta tu también vienes no?
Peeta me mira desconcertado, y le hago un gesto con la cabeza para que venga, pero el niega con la cabeza.
Sabe que Gale y yo queremos hablar sobre nosotros, y el no lo conoce como yo...
-¿Seguro? -insiste Gale.
-Si, seguro. Pasarlo bien.- se me acerca y me da un beso en los labios, y a Prim otro en la mejilla.- Adiós.


domingo, 5 de enero de 2014

TRAS SINSAJO - CAPÍTULO 12



Él mira hacía los lados, como procurando que nadie nos escucha; y esta nervioso, lo noto en sus ojos.
Antes de que pueda decirle algo el se me adelanta.
-Si, lo sé... -suspira hondo- se de lo que quieres hablar. Pero pensaba que todavía no te debería de habértelo dicho.
¡Mierda, mierda, mierda! Yo quería decírselo... Y otra pregunta mejor, ¿Peeta como sabía antes que yo que Gale a vuelto a casa? 
-Yo te lo quería contar -lo pongo la mano encima de la su mano y le acaricio- No tienes de que preocuparte...
-¿Como qué no tengo de que preocuparme? -me corta en mitad de la frase- Si, estoy preocupado, muy preocupado. Y sobre todo me preocupo por ti -para y respira antes de seguir hablando- y por los pequeños claro, por Prim y Gale... Y bueno, de Haymitch, de Johanna, de Annie... De todos. 
-¿De qué estas hablando?
-¿Cómo que de que estoy hablando? -Peeta frunza el ceño y me mira observa durante unos segundos sin hacer o decir nada- ¿Y tu? ¿De qué estas hablando?
-Yo de que Gale a vuelvo -le miro con mucha duda- Pero esta claro que tu no, si no no te preocuparías de -me paro un par de segundos para pensar en todos los nombres que ha dicho- De haymitch, y nuestros hijos... Y todos.
Mientras hablamos una chica peliroja y de pequeña estatura se nos acerca, es la dependienta, y deja encima de la mesa dos tazas de chocolate: junto ami deja el de chocolate blanco y junto a Peeta la taza que solo se puede ver nata. Le agradecemos con un "gracias" y ella nos devuelve una sonrisa, y se marcha otra vez al interior de la tienda.
-Mira Katniss, este no es el lugar más apropiado para hablar de eso -me susurra, pero luego sonríe.
Asiento con la cabeza y vuelvo a mi pequeño paraíso de chocolate caliente. 
Este chocolate es aun más dulce que el que probé hace años, y tiene más leche, claro. Me lo bebo en pequeños sorbos, en parte es por lo caliente que esta, pero esta tan rico que no quiero terminarlo.
Peeta me ofrece probar del suyo, pero si bebo un poco del suyo no creo que sea capaz de terminarme mi taza, así que le digo que no.
Cuando terminamos pagamos todo y salimos de la tienda en silencio.
-Katniss... Yo me tengo que ir a trabajar ahora, pero luego hablamos en casa. -mira hacía el suelo, probablemente por pura preocupación.- Pero quiero que sepas una cosa... Te quiero pase lo que pase ¿Si?
Yo asiento con la cabeza, y me lanzo a sus brazos.
-Sé que últimamente las cosas no nos van muy bien Katniss... -suspira rápido- Pero hay una razón por la que estoy tan nervioso.
-Da igual Peeta -le acaricio el pelo con suavidad- Luego hablamos ¿Vale? -sonrio para aliviarle un poco, y el también me sonríe de vuelta, aunque se nota que la sonrisa es forzada- No dejes al pobre John con todo el trabajo -voy a despedirme pero justo me acuerdo- Ah! ¿Me dejas tus llaves por favor? -río- Se supone que he venido hasta aquí por eso. 
El me das sus llaves y corre hasta la panadería para volver a trabajar.
Aunque para llegar a casa tenga que recorrer al rededor de un kilómetro cuesta arriba, el viaje se me ha hecho más que corto.
Me he pasado el viaje dándole vueltas y vueltas a la cabeza... Con todo lo que me ha dicho Peeta me he quedado preocupada, pero sé que ese no era el mejor momento para hacer preguntas.
Haymitch, pienso. A nombrado su nombre, y aunque se haga el loco Haymitch lo sabe todo.
Los últimos 200 metros los subo corriendo, la impaciencia me gana. 
Al llegar entro a nuestra casa y dejo toda la caza en la mesa de la cocina, y corro rápido a casa de Haymitch.
Llamo a la puerta impaciente, pero nadie responde, así que vuelvo a llamar, pero más de lo mismo; nadie responde.
Me doy la vuelta para volver a casa, pero me encuentro con Haymitch cara a cara.
-¿Me buscabas preciosa? -me pregunta, y hace una sonrisa irónica.- He tenido que bajar al pueblo, ya sabes. -y señala la bolsa llena de botellas que lleva en la mano.
-Si te buscaba -sonrío de lado- Quiero que me expliques algo
Entramos a su casa, que sigue igual de sucia como siempre.
-Siéntate -me señala unas pequeñas butacas que tiene, y me siento ahí.- Dime, que quieres que te explique.
Miro hacía el techo buscando la pregunta quiero hacerle, pero pensándolo bien, no sabía ni a por que había venido aquí.
-No lo sé -le miro durante unos segundos en silencio- Peeta tiene miedo, y no sé que es lo que teme. -suspiro profundo- Tiene miedo de que me pase algo, y a mis pequeños... Y de lo que te puede pasar a ti.
Haymitch se levanta, pero no me responde, y se va a la cocina. Al cabo de un minuto vuelve con una botella ya abierta y le da un sorbo.
-¿Quieres? -me ofrece acercándome la botella, pero le niego con la cabeza y me acerco más a el.
-No he venido a beber, he venido a por respuestas.
-Preciosa -hace una pequeña pausa- ¿Porqué deduces que yo sé porque Peeta esta preocupado?
-Haymitch, tu siempre estas a la corriente de todo...-subo la mirada y lo miro a los ojos.- ¿Me lo vas a explicar o estoy perdiendo el tiempo?
-Me temo que estas perdiendo el tiempo -sonríe de medio lado mientras me acompaña a la puerta- Adiós chica en llamas.- y termina la frase con un rápido guiño. 




sábado, 4 de enero de 2014

Tras sinsajo - Capítulo 11

-¿Catnip?
Hago un extraño movimiento y casi me caigo del árbol. Me agarro de una rama para sujetarme y no caerme, y el se ríe.
-Parece que has perdido un poco de practica.
-¿Te parece gracioso asustarme? -le digo de brazos cruzados fingiendo enfadarme, pero al final termino sonriendo.
-Si, la verdad es que a sido divertido verte hacer esos movimientos- me guiña el ojo y me sonríe el también- Ven aquí Katniss.
Mueve las manos hasta mi, y me abraza fuerte. Siento su musculado cuerpo apretando contra mi pequeño cuerpo, y me hace sentir pequeña. No es una mala sensación, pero se me hace un poco rara.
-No has cambiado nada -me dice cuando se separa de mi, y me mira de arriba a abajo. -Pero nada de nada. -me mira sonriente- Sigues igual de...
-¿Cuándo has llegado Gale? - Le corto. Prefiero no escuchar lo que quería decir después... El se toca la barbilla y pone cara de pensativo.
-Hace como... Unas cuatro horas, creo. Pero no podía dormir, así que decidí venir al bosque -al terminar la frase sonríe otra vez, pero esta vez con menos ganas.
La verdad es que el tampoco a cambiado nada, sigue igual de atractivo que siempre... ¿Katniss, que haces pensando en eso? Me pregunto ami misma. Acuérdate de Peeta.
-Se te desconocido ahora esto ¿No? -le digo algo borde, con un punto de enfado. Aunque he intentado no pensar en ello, creo que siempre he culpado a Gale por dejarme sola y olvidarme... Como amiga.
-¿Ibas a cazar? -me pregunta, ignorando lo que le he dicho, y al ver mi cara de desconcierto señala el arco que llevo en la espalda. Asiento con la cabeza. -Si quieres puedo ayudarte, ya sabes... Como en los viejos tiempos.
Cazamos durante un par de horas. Normalmente con solo dos horas apenas habría cazado nada, pero ahora con mi compañero de caza alado todo se hace mejor.
¿Cuándo se a vuelto Gale otra vez mi compañero de caza?
-Deberíamos volver -me despierta de mis pensamientos, y señala unas espesas nubes que se acercan- pronto tendremos la tormenta encima.
A la vuelta hacía el Distrito no hablamos nada, hasta que llegamos a la valla.
-¿Quieres que te acompañe a casa?
-No gracias -pienso en Peeta- No hace falta.- miro hacía el suelo y me viene una pregunta a la cabeza. -¿Has venido con toda tu familia?
-No, toda no... -esta vez se le nota en la cara un punto de tristeza.- Gina no va a venir, ya... Ya no estamos juntos.
Gina es su novia, bueno, era su novia. Es una atractiva mujer de piernas largas y cabello largo y dorado; con unos enormes ojos verdes. Para muchos la perfecta mujer.
-¿Y katniss? -al pronunciar mi nombre, o más bien el nombre de su hija, siento que las mejillas se me calientan.
-Si, Katniss a venido. Y esta deseando conocerte.
Siento como cada vez estoy más roja y no sé que responder.
-Luego podríamos llevar a nuestros pequeños a jugar... ¿Qué te parece?
-Si, claro, estaría bien.
Me imagino a la pequeña Prim, al pequeño Gale y Katniss jugando juntos entre las flores... Los tres pequeños inocentes jugando sin preocupaciones.
-Vale, luego nos pasaremos por tu casa Katniss.- se acerca y me da un cálido beso en la mejilla, y se acerca a mi oido y me susurra: Te he echado de menos.
Antes de que me diese tiempo a reaccionar el ya se había ido, así que me doy la vuelta y me dirijo a casa.
Al llegar meto la mano en el bolsillo de la cazadora, pero me doy cuenta de que se me ha olvidado coger las llaves, así que llamo a la puerta, pero dudo que haya nadie... Peeta estará en la panadería y los peques en el colegio.
Tendré que ir a la panadería.
Bajo las calles que me llevan hasta el centro de nuestro Distrito.
Al abrir la puerta de la panadería Peeta me mira desde el mostrador y al verme me sonríe pero sigue atendiendo a la bajita mujer que le esta comprando.
Cuando ella sale de la panadería, Peeta sale del mostrador y se acerca hacía mi y sin decirme nada me da un húmedo beso en los labios.
-¿A qué se debe el honor de que la chica más hermosa del Distrito venga aquí?
Le sonrío.
-Le verdad es que se me han olvidado las llaves, pero bueno, aprovechando la ocasión podríamos pasar un poco de rato juntos. -y le devuelvo otro beso, este un poco más corto.
-Me parece genial, espera un poco. -entra de nuevo y le dice a su John, su ayudante, que se encargue de la panadería mientras el viene conmigo.
Al salir me pasa el brazo por encima del hombro.
-¿Qué podemos hacer ahora mi panadero? -el me responde con una sonrisa de oreja a oreja mientras piensa.
-Tengo una idea, ven.
Caminamos juntos por las calles del Distrito hasta llegar a un pequeño local que nunca antes había visto, el sitio se llama "Chocolate Factory".
-Lo abrieron ayer, pensé que te gustaría.- por dentro hay miles de chocolates diferentes, chocolates que nunca imaginé que podrían existir, es un pequeño paraíso lleno de lujos.
Me fijo bien en todo y aunque yo solo conocía un tipo de chocolate (y pensaba que era el único que había) aquí se pueden encontrar decenas de tipos.
-Es una idea genial, gracias cariño. -y le doy un beso en la mejilla.- Yo quiero este, el blanco. Tiene buena pinta.
-Yo entonces cogeré este -y señala uno que alado pone "chocolate con leche y avellanas".
Nos sentamos en unas cómodas sillas que hay en el mismo local.
- Oye Peeta...- suspiro hondo- Tenemos que hablar sobre algo...



lunes, 23 de diciembre de 2013

RODAJE DE SINSAJO

He encontrado unas fotos del rodaje de Sinsajo, no son muchas pero os las dejo aquí... Ver estas fotos me dan cada vez más ganas de ver la película jejeje ¿a vosotros no?
P.d. El nuevo capítulo esta casi terminado, así que lo publicaré hoy sin falta, perdonar el retraso.
Un beso!





sábado, 7 de diciembre de 2013

Gale Hawthorne - Capítulo 7


Effie parece entusiasmada, muy ilusionada. Por primera vez en su distrito pasa algo "emocionante".
Effie hace un par de preguntas a Katniss, y al terminar pide un aplauso para ella.
Pero nadie aplaude.
Aquellos que no pierden nada, que les da absolutamente igual lo que pase, no aplauden.
Y no aplaudir es la manera más clara de demostrar que no estamos de acuerdo, que esto que esta pasando no esta bien, que no nos gusta.
A Katniss se le alumbra la cara, y con razón; acabamos de demostrar que no solo somos cuatro gatos que van a la mina, que somos personas y no estamos de acuerdo con lo que esta pasando, no.
Veo como el chico que esta alado mio se me acerca un poco.
Es un chico de la Veta, le conozco de vista del colegio pero creo que nunca he hablado con él.
-Hagamosle a Katniss el saludo, nuestro saludo. Se lo merece.
Y sin pensármelo dos veces llevo mis tres dedos centrales de la mano izquierda a los labios, y luego señalo a Katniss con ellos.
Todos los que están a mi alrededor me imitan, y poco a poco toda la plaza pone sus tres dedos en alto.
Ese saludo es muy especial en nuestro distrito. Es un saludo antiguo, que apenas se utiliza; significa respeto, admiración y adiós.
Y en ese momento Haymitch se levanta, busca las cámaras y grita mirando a ellas.
-¡Miradla, miradla bien! - le pasa un brazo por encima del hombro a Katniss - ¡Me gusta! Mucho... - se pausa un par de segundos y después de respirar muy hondo exclama -¡Coraje! ¡Más que vosotros! ¡Más que vosotros.
Haymitch es sucio y borracho hombre, pero se acaba de ganar todo mi respeto; no todos los días podemos ver como un hombre se dirige así al mismísimo Capitolio. Y seguramente que pagará por esto, pero sin duda a merecido la pena.
Effie no se puede creer lo que escucha, y se dirige otra vez hacía las cámaras intentando ser el centro de atención otra vez.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Gale Hawthorne - Capítulo 6




-Primrose Everdeen.
Miro hacia los lados, y veo a Prim, le abren un camino hacía delante del todo. Ella va despacio, como si no hubiese asimilado lo que a pasado.
Después busco a Katniss con la mirada, y la veo quieta. Totalmente inmóvil, como si no hubiese escuchado que su hermana a sido elegida.
Prim... La pequeña, dulce e inocente Prim... Ella tenía solo un papeleta, y a salido su nombre. Pero Katniss sigue quieta, no reacciona.
Miro hacia la multitud, y la gente murmura con tristeza.
Entonces escucho es grito, es Katniss.
-¡Prim! ¡Prim!
Veo como todos los chicos me miran, y me abren un pasillo hacía el escenario, todos se apartan.
Cada vez me cuesta más respirar, si Prim a salido elegida esta claro que hará Katniss... Lo que más temo en este mundo.
-Me presento voluntaria.- se escucha el segundo grito de Katniss, un grito ahogado.- ¡Me presento voluntaria como tributo!
Hace años, muchísimos años que en nuestro distrito no hay voluntarios. Todos y todas tememos los juegos; en algunos distritos, como en el uno y dos por ejemplo, educan a todos los niños y niñas para ir a Los Juegos del Hambre, los entrenan toda la vida y los alimentan bien para que ganen esos juegos, y normalmente el ganados suele ser alguno de esos dos distritos.
En el doce, no pasa eso. Durante el año intentamos olvidar esos juegos, y cuando llega el día de la cosecha solo podemos pensar en que no salgamos elegidos, ni nosotros ni ninguno de los que queremos.
-Espléndido- exclama Effie.- Pero creo que queda el pequeño detalle de presentar a la ganadora de la cosecha y después pedir voluntatios, y, si aparece uno, entonces...-mira hacía la multitud, y decide callarse.
-¿Qué más da? - interviene el alcalde. - ¿Qué más da? -vuelve a repetir, pero de peor humos, más enfadado.- Deja que suba. El alcalde nos conoce, y a Katniss más que a mí. Su hija va a clase con Katniss, y no se puede decir que son amigas, pero tampoco que no lo son, es raro.
Entonces Prim corre hacía Katniss como una histérica, y la rodea con sus minúsculos brazos.
-¡No, Katniss! ¡No! ¡No puedes ir!
Corro hacía Katniss y Prim.
-Prim, suéltame - dice Katniss, haciéndose la dura- ¡Suéltame!
Agarro a Prim, y la suelto de Katniss. No quiero que Katniss suba allí, pero no dejará tampoco que su hermanita suba.
Muchas veces pasa que sale alguien elegido, y que su hermana o hermano este también allí. Pero esto que a hecho Katniss no suele pasar. El amor de una hermana o hermano llega hasta este punto, pero sacrificarse por él... No es lo habitual.
Pero al oír que Prim había sido la elegida no tenía ninguna duda que ella se presentaría voluntaria.
Al fin y al cabo, quiere más a su hermana que a ella misma, esa es una de las cosas que le hace tan especial
-Arriba, Catnip -Le digo, pero mi tono no es firme, la voz me falla al pronunciar esas palabras.
Katniss mi mira, agradeciéndomelo, y sube al escenario.
La madre de Katniss se acerca hacía nosotros corriendo, y abraza a Prim, le besa en la mejilla.
En su mirada se ve el miedo, su hija, Katniss Everdeen, va a Los Juegos del Hambre.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Gale Hawthorne - Capítulo 4

Sé que no debería de haberme puesto así con ella, pero no lo e podido evitar.
Veo como Katniss me mira, pero no estoy de humor para decirle nada.
Katniss y yo nos dividimos el botín, y nos deja para cada uno dos peces, un par de hogazas de pan, verduras, un puñado de freas, sal, parafina, y algo de dinero para cada uno.
-Nos vemos en la plaza - me dice Katniss.
-Ponte algo bonito
Al llegar a casa veo a mi madre sentada en la pequeña silla de la cocina. Al verme se levanta rápido.
-Gale, pensaba que ya no venias... Te he preparado el baño, y tienes tu ropa encima de la cama. No queda mucho tiempo date prisa.- me dice mi madre; y sin apenas respirar termina la frase.
-Gracias mama, ya voy y me daré prisa- le digo intentando tranquilizarla.- Ah, y he traído la cena, cógelo de la bolsa.
Entro al baño, y tengo la bañera llena de agua caliente, cosa que no muchas veces podemos disfrutar; probablemente mi madre se habrá pasado la mañana calentando agua y llenando la bañera.
Intento hacer todo lo más rápido posible, y en poco tiempo ya estaba limpio y vestido; con la mejor ropa que tengo.
-No pareces tu, Gale. Que raro te veo sin la ropa de caza.- Dice Posy, mi querida hermana pequeña, mientras se ríe silenciosamente.- Deberías de ponerte esta ropa más a menudo.
-Bueno, si tu lo dices te haré caso pequeña.- Le respondo con una sonrisa.
-Eh Gale ¡Yo no soy pequeña!
-Si lo eres Posy- le digo entre carcajadas.
Mientras me dirijo hacía la cocina, donde esta mi madre, escucho un murmullo de Posy, y me vuelve a sacar una pequeña sonrisa.
-¿Estás listo Gale? Es tu último año, todo saldrá bien.
-Bueno, no olvides que a esta urna entraran cuarenta y dos papeletas con mi nombre... Las posibilidades de que todo salga bien no son tantas- Pero entonces veo la cara de mi madre, su cara de preocupación. Ella no se merecía esa respuesta y intento arreglarlo.- Pero pensándolo mejor, somos muchos chicos, y habrá gente con más papeletas que yo...
Entonces siento el abrazo de mi madre, mientras me repite que todo saldrá bien; al fin y al cabo el que más tiene para perder aquí, soy yo.
-Vamos, si no llegaremos tarde.
Al llegar a la plaza, veo la cara de todos aquellos que hoy por primera vez su nombre entrará en las urnas, veo sus caras de miedo y me acuerdo de mi primera cosecha en la que participé.
Yo no era más que un enano de doce años, y en aquel entonces mi padre vivía. Yo tenía miedo, mucho miedo; pero no quería dar esa impresión, quería mantenerme fuerte y seguro de mi mismo, al fin y al cabo yo sabía que estaban jugando con nosotros y no quería parecer un débil.
La gente entra en silencio a la plaza, y después de ficharnos nos separan a todos por la edad, los más mayores delante del todo y los más pequeños atrás.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Gale Hawthorne - Capítulo 3

Ella mira hacía el nada, y suspira.
-No quiero tener hijos.
-Puede que yo sí, si no viviese aquí.- le respondo, pero entonces veo su cara, lo que acabo de decir parece que mucha gracia no le a hecho, y me responde irritada.
-Pero vives aquí.
-Olvídalo.
La conversación no va de buen camino, y hoy no es el mejor día para discutir, para nada.
-¿Qué quieres hacer? - pregunta ella, algo más calmada.
-Vamos a pescar en el lago. Así dejamos las cañas puestas mientras recolectamos en el bosque. Cogeremos algo bueno para la cena.
La cena... Hoy cenar en casa sería una buena noticia.
En algunos distritos la gente hoy se presentará voluntaria para ir a los juegos, pero eso en nuestro distrito no pasa. Nosotros tenemos miedo, miedo a los juegos, miedo al capitolio. Y por eso nunca se a presentado ningún voluntario en nuestro distrito.
Hoy muchas familias celebrarán que sus hijos o hijas estarán a salvo, por así decirlo, durante un año más. En cambio, dos familias se encerrarán y les darán el último adiós a sus hijos e hijas.
Pero ahora no quiero pensar en eso, ahora estoy en el bosque. A salvo. Con Katniss.
De camino a casa pasamos por el Quemador, el mercado negro de nuestro distrito. Cambiamos algunas cosas hay, y nos dirigimos hacía la casa del alcalde, para venderle la mitad de las fresas, y además él nos paga bien.
Su hija a sido la que nos ha abierto la puerta, va vestida con un caro vestido blanco, y su largo pelo rubio lo lleva recogido con lazo rosa.
-Bonito vestido - le digo, casi sin querer, y con bastante malicia.
Ella me mira fijamente, como pensando que hacer.
-Bueno, tengo que estar guapa por si acabo en el Capitolio ¿No?
¿Queeeeeeeeeeeeee? Y ahora soy yo el que no sé que responder, esta claro que me esta tomando el pelo, que ella vaya a Los Juegos es prácticamente imposible, es la hija del Alcalde...
-Tú no irás al Capitolio -Le respondo con mal humor. Pero en ese momento mis ojos se van hacía el adorno dorado que lleva Madge en el vestido. - ¿Cuántas inscripciones puedes tener? - Sigo.- ¿Cinco? Yo ya tenía seis con sólo doce años.
Y esa es la horrible verdad.
El Capitolio juega con nosotros, con los pobres. No tenemos que llevar a la boca, y tenemos que pedir teselas, pero a cambio de esas teselas nuestro nombre entra más veces a la urna. Los que son ricos, no tienen que pedir teselas, y tienen muchísimas menos probabilidades de salir para Los Juegos. En resumen, El Capitolio demuestra que puede jugar con nuestro hambre, al fin y al cabo nos hacen marionetas de su juego.
-No es culpa suya. -Dice Katniss, ella me entiende, sabe porque he dicho esto, pero no quiere herir a su amiga, pero las cosas son así, y ella lo sabe mejor que nadie.
-No, no es culpa de nadie. Las cosas son como son.- Le respondo frío.
-No es culpa suya --intervengo.
-No, no es culpa de nadie. Las cosas son como son --apostilla Gale.
-Buena suerte, Katniss- dice Madge, mientras paga las fresas. Me vuelve a mirar pero sin ninguna expresión, solo me mira.
-Lo mismo digo- Responde Katniss, y con una última mirada a cada uno nos cierra la puerta.
Caminamos en silencio hacia la Veta.
Pero no puedo evitar pensar en Madge, su nombre solo entrará cinco veces ¿Porqué? Porque tiene dinero.
Y mi nombre entrara cuarenta y dos veces... Y el de Katniss veinte veces.

martes, 26 de noviembre de 2013

Gale Hawthorne - Capítulo 2

-Ummm, todavía esta caliente- dice ella, oliendo el pan. No es como el pan que solemos comer siempre, el que solemos hacer con nuestras raciones de cereales; es pan de verdad, aquel tan caro que solo comemos en ocasiones especiales- ¿Que te ha costado?
-Sólo una ardilla, creo que el anciano estaba un poco sentimental esta mañana, hasta me deseó buena suerte.
-Bueno, todos nos sentimos un poco más unido hoy, ¿no?- dice ella, pero enseguida cambia de tema- Prim nos ha dejado un queso- Y saca un trocito de queso.
Hay que reconocer que cosas tan exquisitas alegran el día, claro, si no fuese por el día que es...
-¡Gracias Prim! Nos daremos un verdadero festín.- y entonces me acuerdo de esa mujer... Aquella que viene año tras año el día de la cosecha. Y entonces me acuerdo, y imito su graciosa y falsa voz del Capitolio -¡Casi se me olvida! ¡Felices Juegos del Hambre!- cojo un par de moras, y mientras lanzo uno - Y que la suerte...
Katniss coje la mora, y sigue la frase con la misma voz
- ¡... este siempre, siempre de vuestra parte!
Entonces Katniss sonríe, y no puedo dejar de mirar sus preciosos labios... No puedo... Siento como mis mejillas se colorean, y aprovecho para hacer otra cosa, antes de que ella me vea.
Entonces saco un cuchillo, y corto el pan. Luego unto el suave queso en el pan. Y otra vez, no puedo evitar mirarla, y entonces se me ocurre una locura... Una enorme locura.
- ¿Sabes que? Podríamos hacerlo- digo en voz baja.
En ese momento me viene una imagen a la cabeza; hay esta toda mi familia, y la familia de Katniss también; y por supuesto ella y yo, yo y ella.
Podríamos hacerlo, si, podríamos huir al bosque y vivir hay, jamas nos encontrarían. Y jamas tendríamos que ir a Los Juegos del Hambre, ni nosotros dos ni nadie de nuestra familia.
Sería difícil, pero posible.
-¿El qué?
Lo pienso dos veces antes de decirlo, y al fin se lo digo
-Dejar el distrito, huir y vivir en el bosque. Tú y yo- suspiro muy hondo- podríamos hacerlo.
Pero veo su cara, se queda pensativa y entonces veo que tal vez no sería tan fácil.
-Si no tuviésemos tantos niños.- respondo rápidamente.
No significa que sean nuestros niños, son mis hermanos pequeños y la hermana pequeña de Katniss, Prim y claro, luego nuestras madres también.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Gale Hawthorne - Capítulo 1

Al abrir los ojos veo como la luz entra por la pequeña ventana de la habitación. Todavía sera temprano, muy temprano, y aunque hoy podría dormir hasta tarde no quiero; o más bien no puedo: es el día de la cosecha.
Me e puesto la ropa de caza, y e salido de casa. Las calles están totalmente vacías, alguna que otra tienda esta abierta, pero no mucho más. Además hoy no hay que asistir al colegio y las minas están cerradas.
Solo con pensar que hoy en la cosecha puede salir mi nombre me pongo enfermo; pero al pensar que puede salir el nombre de Katniss... Se me corta la respiración, no puedo ni imaginármelo.
He ido hacía la valla que separa el distrito 12 del bosque; es una valla que en teoría debería de estar electrificada, pero por suerte normalmente no lo esta; y he esperado, por si escuchaba el ruido que hace la valla cuando esta electrificada. No escucho el ruido, por lo tanto entro al bosque. 
Ayer a la tarde después de salir del colegio Katniss y yo dejamos unas cuantas trampas, así que lo mejor sera revisarlas. 
En las trampas no hay gran cosa, pero si lo suficiente como para hacer un par de cambios en las tiendas, así que me dirijo hacía las tiendas para cambiar parte de nuestra caza por pan y algún complemento más.
Al entrar a la panadería el panadero me a saludado amablemente. Con una sonrisa, que transmitía lastima, más que otra cosa. 
-Buenos días Gale ¿Que quieres? -dice, pero todavía sigue transmitiendo esa lastima.
Su familia tiene dinero, no son ricos, pero tienen lo suficiente para vivir y no morir de hambre, por eso su hijo no necesita cojer teselas. Pero yo si, yo los e he tenido que pedir, y tengo más probabilidades de que me toque ir a esos malditos juegos que su hijo por ejemplo; y seguramente por eso me mire así.
-Dame una hogaza de pan por favor. Y tome dos ardillas.
-No tranquilo, hoy solo te cobrare una ardilla.
Le doy las gracias y salgo de la panadería. Por una parte me da rabia; él no tiene porque regalarme el pan, se que lo ha hecho con toda su buena voluntad, pero es una manera de decirme que me lastima, y eso no me gusta.
Recorro otra vez el camino hacía el bosque, ahora se puede ver algún alma valiente por la calle, pero no son muchos.
Al entrar al bosque voy hacía el carcaj donde guardamos Katniss y yo nuestros arcos. Veo que el de Katniss falta, lo que significa que ella ha llegado; así que toca buscarla.
-Catnip...- susurro en bajito, por si esta al rededor, pero no recibo respuesta.
Me acerco hacía donde se que estará, y así es; hay esta ella, igual de preciosa que siempre.
-Hola Catnip.- Su nombre verdadero es Katniss, pero la primera vez que me dijo su nombre le entendí mal y al final así se a quedado.
-Mira lo que he cazado- le digo, mientras sostengo el pan con una flecha clavada.
Ella se ríe.

domingo, 24 de noviembre de 2013

GALE HAWTHORNE

Cuando leí Los Juegos del Hambre, me encanto el personaje de Gale Hawthorne, el mejor amigo de Katniss, y por eso e decidido que escribiré en este blog como "ve" lo que pasa, y bueno, solo que espero que os guste.

¡Un enorme besito para todos!